Rock n' Roll Never Die!!!

Durante casi una década, la industria musical ha estado orientada hacia el estilo crossover de grupos como Korn y Deftones, obligando a muchas bandas de metal a ser parte de la tendencia alternativa o a ser separadas definitivamente. Y mientras el black y death metal manejaron bastante bien la situación en la escena underground, el heavy y power metal parecían perder cada vez más popularidad. Unas pocas bandas de metal tradicional ya establecidas consiguieron sobrevivir a pesar de las tendencias, pero fue justamente el grupo de bandas nuevas que surgieron y/o alcanzaron cierta popularidad a partir de mediados de la década de los ’90 las que enaltecieron el género. En medio de todo aquello, la banda sueca Hammerfall hizó su debut en 1997 con el sorprendente “Glory To The Brave”, distinguiéndose del resto de bandas por su clara reminiscencia al heavy metal de la NWOBHM dentro su sonido típicamente power metal.

Un año y medio después de aquel gran lanzamiento, Joacim Cans (voz) y Oscar Dronjak (guitarras) regresan con un segundo y excelente trabajo discográfico bajo el título de “Legacy Of Kings” (1998) acompañados de los nuevos Magnus Rosén (bajo), Stefan Elmgren (guitarras) y el reincorporado Patrik Räfling (batería).

El disco empieza con "Heeding The Call", el contundente himno metálico inicial de “Legacy Of Kings”, con una doble línea de bajo increíble y un pasaje de guitarra previo al gran solo de Elmgren. Luego continúan el atronador tema-título “Legacy Of Kings” -con unos coros inmensos y el incesante baqueteo de Räfling- y el apisonador “Let The Hammer Fall” sin dar tregua ni respiro alguno.

En el álbum hay también grandes y fabulosas armonías de guitarra como aquéllas demostradas en la potente "Dreamland" y la contundente "Back To Back”, acompañadas de buenísimas interpretaciones vocales a cargo del gran Cans.

Incluso las dos baladas incluidas en este “Legacy Of Kings” alcanzan un nivel de emotividad y sentimentalismo altísimo merced a la estupenda voz de Cans. “Remember Yesterday” empieza con una suave guitarra libre de distorsión acompañada de la melodiosa voz de Cans, mientras "The Fallen One" es una power ballad eminentemente pianística.

En el álbum también se incluyen el cortante “At The End Of The Rainbow” -liderado por la poderosa doble línea de bajo a cargo de Rosén-, el cántico metálico “Stronger That All” y el rápido “Warriors Of Faith”, sin mayores elementos innovadores pero con la enorme calidad siempre presente en las canciones de Hammerfall.

Una producción muy cuidada, mucha maestría musical, una mayor madurez compositiva y una clara inclinación melódica son elementos que la mayoría de bandas de hoy ignora o se ha olvidado. Pero esperanzadamente los dioses del Olimpo metálico han sonreído una vez más y han dejado caer su martillo…!!